En el Campeonato Mundial de 1962, en la sede de Arica, la Unión Soviética goleaba a Colombia. El técnico del seleccionado sudamericano, el argentino Adolfo Pedernera, instruyó a sus jugadores en el sentido de que "ya perdieron, jueguen sueltos, empiecen a divertirse." Reaccionaron los colombianos y empataron 4 por 4, incluido un gol olímpico contra el legendario Lev Yashín. Para la Unión Soviética el resultado fue un fracaso y para Yashín, la opinión lapidaria de que "ya estaba viejo (a sus 33 años) para el fútbol".
En 1963, en cotejo de la Copa Europea de Naciones, el técnico Beskov le retiró de la selección en el partido frente a Italia, en Moscú. Poco después se celebró en Wembley el partido por el centenario del fútbol inglés, entre el seleccionado inglés y el "resto del Mundo". Fernando Riera, chileno, dirigió a este equipo y convocó a Yashín, quien actuó en el primer tiempo. A los 44 minutos, Greaves, el delantero más famoso de Inglaterra, fusiló al soviético y este, alargó un brazo para desviar el tremendo disparo con un puño. Esa actuación hizo recapacitar a Beskov, quien convocó a Yashín para el cotejo de vuelta frente a Italia, en el que deslumbró una vez. Fue designado el "jugador del año" y convocado, posteriormente, para el Mundial de 1966.
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